Las obras marítimas tienen como condicionante que las permite reconocer como división dentro de la ingeniería civil, la acción del mar, que se introduce en su diseño en distintas variables que tienen que ver con la altura que alcanzan las olas y el espectro de energía del oleaje, pero también con la profundidad del agua, la carrera de las mareas y otros.
Se encuentran incluidas las obras portuarias interiores, los diques verticales, en talud y flotantes, los campos de espigones, las plataformas petrolíferas, las obras de dragados y rellenos, los emisarios submarinos, tomas de agua submarinas, regeneración de playas y otras.